MELLADO, CRISTINA
A veces necesitamos perdernos para encontrar nuestroamor.Querida Alejandra: Desde el día en que te vi por primera vez en mi librería,supe que ibas a revolucionar mi vida. Con tus dudas, tus miedos, tu peculiar manera de considerarte no lectora. Con ese dolor y esa rabiaque guardas desde hace años hacia un padre ausente. Pero también con tus colores, esosoutfitsimposibles, esa belleza que brilla fuera y dentro de ti, esanecesidad de comerte la vida a bocados mientras buscas un camino que seguir. Un camino que, por ahora,te aleja de mí y te lleva a Gran Canaria.Temo que no vuelvasy me dejes con mis libros, con mi abuelo, algo perdido sin ti. Pero, si el viaje sirvepara que te encuentres y te reconcilies con la vida, aguantaré.Te esperaré. Sé que las relaciones a distancia son un riesgo y lo que yo te ofrezco no es mucho? ¿Lo dejaría todo por ti? ¿Volverás a mí? Quién sabe, mi querida rubia, mi Álex. Una vez me preguntaste con qué palabra te describiría. Vértigosigue siendo y será siempre mi respuesta. Adrián y Alejandra, el amor a los libros y a la vida, las incertidumbres de los