Conocido sobre todo como novelista, Lawrence escribió algunos de los poemas amorosos más intensos y atormentados de su tiempo, así como una colección de epigramas y 'pensamientos' en verso en los que volcó su fe en la primacía del instinto y la imaginación creadora, su odio hacia las abstracciones y su rechazo visceral de la hipocresía y las convenciones sociales.