«Para iluminar un bosque basta que florezca un lirio», podemos leer en la aventura número 40 de Astérix y Obélix. ¡Esperamos que la sonrisa vuelva al rostro de Abraracúrcix! ¿Qué le habrá pasado a nuestro jefe galo favorito? ¿A qué viene ese ceño?
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