ROMERO LORENTE, KUTXI
Leyendo una novela gráfica de Dylan Horrocks me encontré con una idea que, con una pequeña adaptación, bien vendría al caso: los poetas son cartógrafos, dibujan mapas y paisajes. Ahora bien, ¿de qué territorios hablamos? Los que hacen mapas geográficos cuentan con referentes fijos a los que recurrir en todo momento. Los mapas marinos se basan en el cielo. Hay mapas formados únicamente por palabras (nosotros entendemos el mapa estándar een una conjunción de ilustración y texto). Hasta aquí podríamos concluir que un libro de poemas es un mapa sensorial y sentimental, y cada libro seríai un mapa distinto. Leer poesía tiene el encanto de explorar territorios vírgenes, la capacida de sorpresa del descubridor. Saí, los poemas de Kutxi Romero seducen con esa exquisitez estética de la otra orilla, son poemas que huyen de la canción (para eso ya están las excelentes letras que escribe par su banda, Marea, y para otras muchas). Los libros son otra cosa, ni mejor ni peor, otra cosa. Hemos hablado de mapas: es una hipótesis. Nos descubren otras inquietudes, un mundo interior mucho menos urgente. Porque lospoemas aquí recogidos (tres libros agotados- y mira que es dificil esto en la poesía de esa que no lleva marketing-) no son arañazos nada más, en algunos hay verdadera saña, verdadera preocupación por hurgar y que le dé el sol al interior de la herida. Esa actitud es un valor. Pero los liros de Kutxi no son sólo suyos, siempre ha contado con los amigos para colaborar haciéndole un prólogo por aquí, undibujo por allá. La poesía, si es cercana, si llega a la gente y le hace mella, no necesitará de otras leyes del oficio. Muchos las usaron, muchos abusaron, y duermen cogiendo polvo en las estanterías del olvio. Este libro está vivo, se mueve. Dudo que pierda en la ruleta rusa del mundo editorial. Las cosas pequeñas, humildes, hechas con cariño, dejan mácula en el fondo del lector, de eso se trata. De eso, y de atreverse a leer este mapa que hace inútil la brújula y la experiencia. Piérdanse en él.
Enrique Cabezón García