"de los dioses al hombre" inicia su recorrido señalando que en el hombre no hay un cerebro sino tres, que trabajan a la vez y con frecuencia se solapan, se ayudan o se combaten, responsables de las tres verdades que inicialmente se describen: la verdad "del dominio", las verdades "del corazòn" o "verdades Vivideras", y las verdades ya racionales. El ser humano es el centro de la lucha que entabla simbòlicamente tres divinidades: El dios del terror pànico (Pan) y del dominio, el dios de la pasiòn (Dionisio) y del amparo (las Diosas Madre) y el dios racional (Apolo).
Por la presencia de la razòn en la ciencia y en praxis como bondad, el hombre evoluciona como "hombre humano". Luego deberà adquirir su ser personal como sìmbolo que es de sus significaciones y significación que es de sus sìmbolos: Ùnico y preciso, abierto e intransferible.